Érase
una ciudad oscura, sucia y humeante…
Como os comenté el otro día, mi hijo,
habitual colaborador de Batman, me contó que había un nuevo enemigo en la
ciudad, un imitador de Jonathan Crane (el Espantapájaros) que había conseguido
la fórmula de la toxina del gas del miedo que Crane había compuesto décadas
atrás. ¿Cómo es eso posible? Pues gracias al buen karma del nuevo alcalde de la
ciudad.
Desde que conseguí acabar con todos
los psicópatas y con las mafias de Gotham, la ciudad había pegado un cambio
increíble. Se limpió el sistema político-judicial al 100% y políticos honrados
condujeron a la ciudad hacía la prosperidad. Gotham se había convertido en una
ciudad cosmopolita, todo un referente tecnológico y cultural. Una ciudad líder
en cuanto a protección medioambiental con bajos índices de contaminación.
Pese haber conservado la arquitectura
gótica que encontrábamos por la ciudad (la comisaria) y otros lugares
emblemáticos como el gran laberinto, la ciudad se había convertido en lo que
era Metropolis en mi juventud,
demasiado artificial y fría. Para mí siempre sería mi ciudad oscura, sucia y
humeante. Hace unos meses el alcalde se retiró ofreciendo su cargo a Andrew Jones que obtuvo el plebiscito
popular y se convirtió en el nuevo alcalde. Era joven, mantenía el pensamiento
progresista de su predecesor pero fue más allá.
Estoy seguro que tras ésta capa
artificial de prosperidad continúa estando la ciudad que yo conocí. Sé que
Gotham, tras muchos disgustos, consiguió luchar a mi lado para combatir el
crimen y la maldad que cubría sus calles, aprendió a defenderse, y me
enorgullezco de ello. Pero lo que un día
fue plata siempre será plata aunque lo barnices de oro, ¿sabéis a lo que me
refiero? Continuaba habiendo bandas callejeras y droga en los parques pero como
estaba controlado se permitía. No se podía aspirar a acabar con todo eso pero
es un buen ejemplo para que veamos que Gotham es lo que es.
El alcalde Jones quería seguir
demostrando que Gotham había dejado atrás su oscuro pasado y que estaba
recuperada al 100%. Su gran iniciativa era liberar a los psicópatas “rehabilitados”
del asilo de Arkham que capturé a lo
largo de mi juventud para que pudieran vivir sus últimos años en libertad. Empresas
Wayne, con Damian a la cabeza, se opuso categóricamente a esta descabellada
idea. Pero, por otro lado, las demás élites económicas que controlaban la
ciudad respaldaron al alcalde y la propuesta tiró hacia delante. Jones era un
buen hombre, una persona de buena familia que nunca había vivido los
improperios de la ciudad. Era inocente e inconsciente, quería olvidar el pasado
pero a veces, aferrarse al pasado puede
ayudar a construir un futuro mejor.
Para no perder la confianza de los
votantes que no estaban de acuerdo con la iniciativa decidieron empezar con un
solo paciente y si todo salía bien lo harían con más, otro error, todos esos
psicópatas eran distintos entre sí, no
eran predecibles. Decidieron empezar con uno que ya estaba “rehabilitado”, el Espantapájaros. Hace unos años, cuando mis piernas todavía no
estaban tan maltrechas iba de vez en cuando al asilo para ver cómo estaban los
psicópatas que había conseguido meter allí junto a mi equipo. Muchos habían
fallecido, otros habían ingresado en la prisión de Blackgate y los que seguían allí continuaban teniendo sus problemas
mentales. La última vez que fui al psiquiátrico de Arkham, pude ver a un Crane muy
debilitado, ya no parecía el asesino despiadado que es. Pero sus ansias de
hacer sufrir a los ciudadanos y mostrar sus miedos seguía muy viva en sus
oratorias.
Una vez fuera, los asistentes
sociales trasladaron a Crane hasta su nuevo piso de protección oficial.
Insistió en que no quería estar allí, quería regresar al piso que había
comprado en su juventud pero no se le concedió ese derecho. Tan solo podía
salir a la calle acompañado de un agente de seguridad y a las horas
predeterminadas. Además, solo podía recibir una visita por semana, pero
sabiendo que no tenía ninguna amistad no esperaban que nadie fuera a verlo. El
alcalde estaba convencido de que todo era seguro y que no habría ningún
problema, se equivocaba.
Pasaron unas semanas y todo parecía
tranquilo, la seguridad descendió y el alcalde ya había comparecido en rueda de
prensa para alardear del éxito de su iniciativa. Pero el día menos pensado
alguien irrumpió en el piso franco del Espantapájaros matando a sus dos agentes
de seguridad y llevándose a Crane.
Las cámaras de seguridad sirvieron de poca ayuda a la policía ya que quien se
había llevado a Crane lanzó una granada de humo cubriendo la habitación de una
espesa niebla. ¿Cómo era posible que alguien supiera dónde estaba Crane?
Continuará…

(1)
Al inicio del episodio nombro lugares de Gotham como el
laberinto o la comisaría que están presentes en multitud de historias del
Caballero Oscuro. Metropolis es la
ciudad en la que vive Superman, caracterizada por ser luminosa e innovadora, a
Batman no le gusta, nunca se ha sentido bien allí, él encaja en lugares oscuros
en los que se pueda ocultar y atemorizar a los villanos. “aferrarse al pasado puede ayudar a construir un
futuro mejor”-Leslie Thompson
en Caballero Maldito de Jeph Loeb y Tim Sale. Jonathan Crane es el Espantapájaros.
@greenlanternBCN